- Los parados de larga duración duplican en 2018 (52%) a los que existían en 2008 (25%), año de inicio de la crisis
- Un 24% de desempleados entre 45 y 55 años lleva más de un año buscando trabajo
- Entre los posibles riesgos de desprotección, el sindicato USO destaca la exclusión laboral como consecuencia del proceso de digitalización de los empleos
Más de la mitad de las personas en situación de desempleo en España (52%) lleva más de un año sin encontrar trabajo, lo que se considera ser parado de larga duración. En total son 1.780.200 personas. La mayoría (53,08%) son mujeres. La franja de edad más común entre quienes no han podido encontrar un empleo desde hace más de un año es la de entre 45 y 55 años, según un informe del sindicato USO presentado este lunes.
Un 37% de este grupo son de larga duración, con más de dos años en situación de desempleo, es decir, que ya han agotado la prestación contributiva. En este último grupo se encuentran más de 300.000 mujeres entre 45 y 55 años que llevan más de dos años buscando trabajo sin éxito y, por tanto, se encontrarían en «alto riesgo de quedar excluidos del mercado laboral», según el estudio sobre el paro de larga duración, edad y género en la EPA.
Entre los posibles riesgos de desprotección, el sindicato destaca la exclusión laboral como consecuencia del proceso de digitalización de los empleos. Esta metodología «ha apartado de los procesos de selección a muchos trabajadores sin cualificaciones tecnológicas», sostiene Laura Estévez, secretaria de estudios sindicales de USO. Además, la franja de edad en la que se encuentra el mayor porcentaje de parados de larga duración –entre 45 y 55 años– suele coincidir con perfiles de personas «a las que les cuesta adaptarse a las nuevas tecnologías», según indica USO.
En consecuencia, el sindicato exige un plan de formación que permita «una transición justa a la digitalización» de estas generaciones. Consideran que este plan debe formar parte de políticas activas de empleo financiadas, planificadas y ejecutadas por las Administraciones Públicas, «sin derivar fondos a empresas u organizaciones».
Entre los datos presentados, también figura la cifra de parados de larga duración actual en comparación con la del inicio de la crisis económica en 2008. El porcentaje actual (52%) duplica la cifra de hace diez años (25%). USO califica este escenario como «preocupante y difícilmente revertible» si no se desarrolla un modelo eficiente de formación.
Las consecuencias del paro de larga duración son muchas. Entre ellas, la desprotección social: muchos desempleados agotan sus prestaciones y subsidios conforme van acumulando meses en paro. UGT recuerda que del total de parados registrados en el SEPE a diciembre de 2017, un 31% no recibía ningún tipo de prestación o ayuda. De los que sí la percibían, la gran mayoría obtenía ayudas asistenciales (casi el 80%), de menor cuantía que la prestación contributiva.
Estar desempleado en España supone estar expuesto además en gran medida al riesgo de pobreza. Casi la mitad de los desempleados en España están en riesgo de pobreza, un 45%, respecto al 14% de los que tienen un trabajo.
Fuente: eldiario.es
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