El Gobierno anuncia ayudas especiales de hasta 10.800 euros, o el 20% del coste de una vivienda a los “jóvenes” menores de 35 años. También la ayuda al alquiler para dichos “jóvenes” se aumenta hasta los 900 euros mensuales.
La ayuda de 10.800 euros se da incluso si la vivienda que se compra es “protegida” (léase, vivienda joven).
¿Quién paga en última instancia el precio artificialmente bajo de la “vivienda joven”, de la ayuda adicional de 10.800 euros y de la ayuda al alquiler de 900 euros mensuales? Lo paga el trabajador de 45, 55 o 60 años que se lleva su vida entera soñando con comprar una casa pero que nunca lo logrará, porque sus intereses cuentan menos que los de los “jóvenes” de menos de 35 años. Sus derechos valen menos. Como ciudadanos, no son iguales que esos “jóvenes”.
De esta manera se viola el derecho inalienable a la igualdad. Unos políticos incompetentes y deseosos de comprar votos están generando un auténtico aparheid por la edad en nuestro país. No hay peor corrupción que la corrupción de la ley.
En este país no todos somos iguales, eso está claro.
¡Qué gran verdad esa conclusión! Nos gobierna un puñado de corruptos que compra votos con sobornos a un sector de la población.