Generacciona ha presentado en Barcelona, en el Observatorio Generación & Talento, un foro de análisis e investigación sobre la diversidad generacional. El Observatorio Generación & Talento (Observatorio GT) identifica hasta cinco generaciones distintas en el mercado de trabajo: veteranos, Baby Boomers y generación X, Y y Z. Cada una de ellas convive en un mismo entorno laboral con diferentes valores y expectativas. Por ello, cada vez se hace más indispensable para las empresas la gestión de la diversidad generacional.
La diversidad generacional es una realidad y un imperativo en la gestión de los recursos humanos. En estos foros se pretende reflexionar y diagnosticar qué es lo que puede aportar cada generación, para que las organizaciones encuentren soluciones que les permitan gestionar la diversidad como herramienta de éxito.
El universo multigeneracional en la empresa
El Observatorio GT detalla el organigrama generacional (con las cinco generaciones) en forma de pirámide y lo define así:
Veteranos. Forman el primer peldaño de la pirámide. Personas de más de 61 años que han trabajado con mucho esfuerzo, dedicándole su vida profesional a la empresa. Son los mejores embajadores de la compañía, para crear valor, porque conocen muy bien la filosofía de la empresa y han sido mucho tiempo su cara visible en las relaciones externas.
Baby boomers. La siguiente generación estaría entre los 47 y 60 años. Es un grupo aún potente y la empresa debe seguir formándoles para su reciclaje profesional, en una de época de grandes transformaciones para ellos, para mantenerse empleables y seguir aportando valor.
Generación X. Entre 35 y 45 años. Tienen estudios universitarios en su mayoría, pero su generación ha quedado desaprovechada, tanto en su desarrollo profesional como en el salario. No han tenido el reconocimiento a su esfuerzo y su formación pero aportan valores de experiencia y adaptación importantes para la empresa.
Generación Y (millennials). Destacan por una formación más amplia y han crecido inmersos en la era digital. Tienen ahora entre 24 y 36 años y les cuesta encajar en las estructuras de gestión empresarial tradicionales. Necesitan más autonomía y valoran mucho la conciliación laboral.
Generación Z. El pico de la pirámide son los menores de 23 años. Comparten muchas cosas con la generación anterior. Están más abiertos al mundo, han viajado más y se entienden mejor con los idiomas. Sobre todo, son creativos, innovadores y más críticos y selectivos.
Estas cinco generaciones configuran un auténtico puzle, pero con muchas posibilidades. La gestión de todo este abanico es un gran reto y, al mismo tiempo, supone un gran impulso para las empresas que quieran crecer, ganar valor, prestigio y retener el talento.
Los beneficios de la diversidad
Es importante destacar que un entorno de diversidad tiene implicaciones muy favorables para la empresa. Especialmente, desde dos puntos de vista:
Cada generación aporta distintas ideas, cada una acumula experiencias diferentes y una visión concreta de las dificultades y las soluciones. La unión sana y colaborativa de distintos ámbitos amplia los horizontes y genera un pensamiento más creativo.
Se fomenta la integración. En aquellas organizaciones donde los líderes crean espacios abiertos para que todas las aportaciones se escuchen, se debatan y se complementen; se produce una mayor implicación y aumenta el sentido de pertenencia. Los equipos de trabajo están más dispuestos a contribuir con todo su potencial.
Por tanto, la correlación directa entre el carácter diverso y un ambiente laboral inclusivo ofrece resultados muy positivos en cuanto a productividad y rendimiento.
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