A las entradas gratuitas del Ayuntamiento de Madrid, desde el pasado mes de mayo se une también la Comunidad de Madrid ofreciendo entrada gratis al Prado, al Thyssen y al Reina Sofía con el abono transporte para jóvenes («Abono Joven»). ¿Cómo se puede oponer nadie a algo tan beneficioso para los jóvenes?

Una vez más, esta medida se aplica sin tener en cuenta para nada los recursos de sus beneficiarios. Solo por su edad. Podría parecer mezquino oponerse a que los jóvenes gocen de todo tipo de privilegios. Con esa demagogia juegan nuestros políticos.

Imaginemos una empresa que para promocionar sus productos entre los jóvenes se los regalara masivamente y de modo permanente. Ninguna empresa haría eso. Sin embargo, cuando la empresa somos todos, los políticos se permiten el lujo de hacerlo y de paso congraciarse con ese sector del electorado.

Imaginemos también que el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid ofrecen esos privilegios de gratuidad solo para «payos». De ese privilegio que se ofrece a los ya privilegiados, quedan excluidos los gitanos. ¿Cómo reaccionaría la sociedad ante semejante medida. La edad es una circunstancia personal exactamente igual que la etnia, el sexo o la raza. Y los jóvenes son un grupo privilegiado, com lo serían los payos frente a lso gitanos. A los jóvenes no se les discrimina por ser jóvenes. Todo lo contrario, en nuestra sociedad todo el mundo quiere parecer joven y estar con jóvenes.Son un colectivo que cuenta con el constante aplauso de la sociedad.

Esas medidas -descuentos en el transporte, entradas gratuitas- que benefician a algunos ciudadanos, con independencia de sus recursos económicos, solamente por su edad, tienen un coste real para todos: 4 millones de euros anuales en el caso de la entrada gratis en los centros culturales del Ayuntamiento. En el caso de la Comunidad de Madrid no se ha desvelado su coste, aunque sin duda será significativo. Ese es un coste que pagan los demás, en muchos casos personas que, a sus 40, 50 o 60 años trabajan muy duramente para poder salir adelante en el día a día, pero que, por su edad, están excluidos de esas políticas de privilegio.

Es muy bonito acercar a los jóvenes a la cultura, como lo sería también acercar la cultura a otras personas que no son jóvenes, y cuya vida e intereses cuenta -o debería contar- igual que la de lso jóvenes.

Es muy bonito obsequiar a los jóvenes con todo tipo de regalos. Sobre todo cuando son otros quienes pagan esos regalos.

Los usuarios del Abono Joven entrarán gratis al Prado, Reina Sofía y Thyssen << Ver noticia completa


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